¿Cómo puedo adoptar una mentalidad de crecimiento (o “Growth Mindset”) en mi práctica docente?

Estudiante observando una clase en línea

La pandemia de COVID-19 ha provocado cambios en cómo funciona la sociedad y ha puesto a prueba la flexibilidad de las estructuras y las personas que las apoyan, especialmente en el sistema educativo. Como profesores, hemos tenido que estar a la vanguardia del cambio, navegando las complejidades que surgen al tener que modificar  nuestra enseñanza de presencial a en línea al comienzo de la pandemia, y más recientemente de en línea a híbrido (tanto en línea como en persona).

Todos estos cambios pueden ser agotadores para una persona, ya que requieren diferentes ajustes, y volver a aprender cómo hacer las cosas. Durante estos momentos, es útil reevaluar nuestra mentalidad y elegir una que nos ayude a navegar con más facilidad. Por lo mismo, recomendamos adoptar una que sea de crecimiento (o growth mindset como se le conoce en inglés), en lugar de una mentalidad fija (o fixed mindset).

¿Qué es una mentalidad de crecimiento (growth mindset) y una fija (fixed mindset)? 

Según Carol Dweck, profesora de Psicología y Educación de Stanford y autora de “Mindset: The New Psychology of Success”:

“En una mentalidad de crecimiento, las personas creen que sus habilidades más básicas se pueden desarrollar a través de la dedicación y el trabajo duro: el cerebro y el talento son solo el punto de partida. Esta visión crea un amor por el aprendizaje y una resiliencia que es esencial para un gran logro”, 

Mientras que….

 “En una mentalidad fija, las personas creen que sus cualidades básicas, como su inteligencia o talento, son simplemente rasgos fijos”.

Estos dos tipos de mentalidades afrontan los retos de manera distinta. En el caso específico de la educación en línea, mostramos un ejemplo de cómo cada una responde según sus características:

Cómo se puede mostrar en la mentalidad:

  • Mentalidad de crecimiento: “La enseñanza en línea es nueva, diferente y, a veces, un poco abrumadora, pero confío en que puedo aprenderla. Probaré cosas nuevas, hablaré con otros profesores, veré qué funciona y sé que aprenderé mucho de esta experiencia”.

  • Mentalidad fija: “Oh no, ¿de qué se trata todo esto de la enseñanza en línea? No podré volver a disfrutar de mi práctica, ni podré dar los resultados que pude entregar antes. ¿Cuándo volverán las cosas a ser como solían ser?”.

Te invito a que reflexiones, ¿qué tipo de mentalidad estás adoptando? 

¿Cómo puedes tú, como profesor, cultivar una mentalidad de crecimiento?

A continuación, cuatro consejos sobre cómo puedes adoptar una mentalidad de crecimiento:

  • Reflexiona sobre tu enfoque actual de la enseñanza: toma el tiempo para reflexionar sobre cómo va tu práctica docente en este momento, tanto en persona como en línea. ¿Qué está funcionando bien? ¿Qué no funciona? ¿Qué te gustaría cambiar?

  • Visualiza el futuro: ahora que comprendes cómo te sientes acerca de tu forma actual de enseñar, reflexiona cómo te gustaría interactuar con los estudiantes. ¿Serías más interactivo/dinámico? ¿Darias más trabajo basado en proyectos? 

  • Haz preguntas: conoce a tus compañeros y pregúntales cómo han podido adaptarse, especialmente si hay profesores que crees que están enseñando de la manera que te gustaría enseñar -de esta manera puedes adoptar algunas de sus mejores prácticas.

  • Sé flexible y de mente abierta: permítete tener equivocaciones y aprende de ellas. Los cambios llevan tiempo, y adaptarse al nuevo entorno es un proceso iterativo de ensayo y error.

Es importante reconocer que mientras más personas estén juntas en el proceso de desarrollar una mentalidad de crecimiento, hay más probabilidades de lograr el cambio. El acompañamiento y el diálogo permiten tener una actitud crítica y una práctica compartida, con el propósito de evolucionar y aprender. En Camino21, propiciamos el diálogo y la participación en grupos para que los profesores puedan ampliar su repertorio de estrategias y herramientas pedagógicas y tecnológicas y así puedan seguir desarrollando una mentalidad de crecimiento, adaptándose a las cambiantes necesidades educativas actuales. 

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