¿Cómo generar ambientes escolares empáticos para mejorar el aprendizaje y el desempeño académico desde el liderazgo escolar?

Un estudiante se acerca a un profesor a decirle que, debido a un problema personal, no pudo realizar el trabajo asignado para ese día. En ese momento, el profesor se encuentra con el dilema de ser rígido o flexible ante esta situación; de creerle y  tratar de entender lo que está pasando, o mantener las reglas tal y como son y cerrar la puerta al diálogo.  Aquí es dónde tener empatía hacia el estudiante puede jugar un rol esencial en su comportamiento. Sin embargo, esta decisión no depende solamente de las actitudes personales del profesor, ya que este actúa dentro de un marco institucional, que le permite o inhibe la flexibilidad y empatía para con sus estudiantes. Es por eso que el liderazgo toma un papel esencial para promover un ambiente escolar dónde se priorice la empatía. 

¿Cómo se ve la empatía en la docencia? 

Ser empático es la habilidad de entender y compartir los sentimientos de otra persona. De acuerdo al artículo Teacher Empathy: A Model of Empathy for Teaching for Student Success, de Meyers, Rowell, Wells y Smith, la empatía de los profesores  es el grado en el que un profesor/a: 

  1. Trabaja para entender a profundidad las situaciones personales (dificultades para el aprendizaje, situación laboral) y sociales (situaciones derivadas de su nivel socioeconómico, raza, etnia o género) por las que pasan sus estudiantes. 

  2. Siente compasión o preocupación en respuesta a las emociones positivas y negativas de sus estudiantes

  3. Comunica que le importan sus estudiantes por medio de un comportamiento específico. 

Esta definición tiene un elemento cognitivo, ya que el profesor busca entender la situación por la que pasan sus estudiantes; uno emocional, pues el profesor tiene una reacción de carácter anímico a los sentimientos del estudiante;  y uno conductual, puesto que el profesor toma una acción con base en los dos niveles de empatía anteriores. 


¿Cómo afecta la empatía en el desempeño académico? 

Las y los profesores que son empáticos pueden comprender y responder mejor a las necesidades de sus estudiantes. Además, se esfuerzan por entender el por qué de las acciones de sus estudiantes y crean relaciones más fuertes con ellos. 

Se podría pensar que la empatía puede bajar los niveles de exigencia. Sin embargo, es importante no confundir la simpatía, donde la persona solo siente lástima hacía al otro, con empatía, dónde hay un esfuerzo por entender y conectar con el otro y hacer algo al respecto. Un profesor empático valida los sentimientos y situaciones de sus estudiantes, pero al mismo tiempo busca que obtenga todos los conocimientos necesarios para su futuro porque saben que es lo mejor para ellos. Su prioridad es el aprendizaje.  Así que para apoyar a sus estudiantes, identifican y remueven obstáculos al aprendizaje para que puedan terminar exitosamente sus cursos. 

Por estas razones, se ha identificado que tener empatía hacia las y los estudiantes tiene un efecto positivo en el aprendizaje, en las percepciones de estudiantes ante el aprendizaje, en la motivación, y es uno de los mayores predictores de un buen desempeño académico

¿Cómo generar una cultura en la que la empatía sea un valor central? 

Para acompañar a los y las docentes a implementar la empatía es importante que quién los coordine fomente dicha cultura. Estas son algunas estrategias que el Caring Common Project de la Escuela de Educación de Harvard y Dr. Nita Evans, Directora del Programa de Impacto Social de la Universidad de Clermont Lincoln, recomiendan con base en la investigación actual para un liderazgo empático y promover  la empatía en el ambiente escolar:

  1. Escuchar, estar presente y crear vínculos - Para ser un líder empático puedes empezar con estas tres acciones. Toma un momento para hablar con tus profesores y escuchar lo que tienen que decir en un espacio en el que les puedas dar tu atención completa. Así, puedes crear vínculos más fuertes en los que sepan que tienes un interés genuino en ellos como personas y no solo como empleados. 

  2. Modelar la empatía -  Pide retroalimentación de las y los profesores para mejorar tu práctica, escúchalos con detenimiento y toma en cuenta sus comentarios para mejorar. Además, puedes apoyarlos quitando las barreras que les permitan hacer correctamente su trabajo y haciendo un esfuerzo activo para entender sus situaciones personales y sociales que puedan estar afectando su desempeño laboral. 

  3. Impulsar a los profesores a ser empáticos con sus estudiantes-  impulsalos a que sean flexibles y comprensivos, a que muestren compasión y a que se mantengan en contacto con sus estudiantes. 

  4. Establecer expectativas éticas - Sé claro en que esperas que profesores y estudiantes se preocupen por los otros. Puedes establecer un lenguaje común y un reglamento que refleje la empatía que quisieras promover en tu espacio. 

  5. Generar una cultura escolar positiva como prioridad - recolecta información de estudiantes y profesores por lo menos una vez al año sobre si se sienten seguros, respetados y cuidados en la escuela.  Examina los datos y toma acción para mejorar las áreas en las que se haya identificado un problema. 

En resumen, una buena manera para comenzar a promover la empatía en tu ambiente escolar es con un liderazgo empático, tratando a tus profesores como quisieras que trataran a sus estudiantes. Además, establecer las expectativas y tomar decisiones basadas en información, puede contribuir a fomentar un ambiente escolar empático. En el momento en que los profesores practiquen la empatía hacia sus estudiantes podrán entender mejor sus acciones, pensamientos y emociones, y así, poderlos apoyar para que tengan un proceso de aprendizaje más completo e incrementen su motivación y desempeño académico.

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