Las entrañas de la educación en México: el nuevo marco curricular para educación básica y media superior
En días recientes, el tema del currículum ha aparecido en todos los diarios de circulación nacional tras el anuncio de la Secretaría de Educación Pública (SEP) de un nuevo marco curricular común para la educación básica y media superior. Pero antes de ahondar en cualquier discusión relacionada al asunto político que esto conlleva, quizá convenga preguntarnos: ¿qué es el currículum? ¿por qué tanta inquietud al respecto?
En palabras de Gimeno Sacristán, pedagogo y experto en teoría curricular, el currículum es todo aquello que sucede dentro del tiempo y el espacio escolar. A ello, añadiría que también es lo que sucede en el imaginario sobre lo que es o debería ser la educación. Sin embargo, esta definición parece bastante amplia. ¿Qué quiere decir "todo aquello" que sucede dentro del imaginario, el tiempo y el espacio escolar?
Son parte del currículum elementos como:
las acotaciones y concepciones del tiempo de la escolaridad
la delimitación y organización de contenidos
las cuestiones sobre el espacio escolar
la distribución y clasificación del alumnado
el clima social, las reglas de comportamiento y el tipo de relaciones
el método, las estrategias pedagógicas y la evaluación
la filosofía educativa
La suma de estos elementos da vida a lo más y a lo menos evidente del currículum. Sacristán distingue este complejo sistema en tres grandes categorías, que a la vez son las capas de una misma cosa, y las define como “diferentes maneras de existir” del currículum:
El currículum textual
El currículum real
El currículum oculto
Recurro a esta distinción porque para poder analizar lo que hay detrás de una nueva propuesta o reforma al marco curricular que orienta la educación de un país, como es el caso del nuestro, es necesario analizar lo que aparece evidente - lo textual -, pero también lo que no es visible: las entrañas de la educación en México.
¿Qué es y qué implica cada una de estas “capas” para nuestro sistema educativo? A continuación, una breve descripción de cada una de ellas:
El currículum textual o formal es el que encontramos por escrito y que pone de manifiesto un ideal explícito sobre la enseñanza, sobre el aprendizaje, sobre la situación educativa, sobre los resultados que quiere lograr y el porqué o para qué de todo ello. Un ejemplo de esto es lo que se plasma en documentos como el correspondiente al Marco Curricular Común para la Educación Media Superior (MCCEMS).
El currículum real hace referencia a los elementos que son visibles y nos permiten identificar los fundamentos clave de la dinámica escolar, el tipo de relaciones entre actores, y las prácticas educativas que se desarrollan dentro y fuera de las aulas. A esta capa del currículum dan vida, literalmente, agentes culturales mediadores que modifican el texto y crean la cultura escolar. Las y los profesores, las y los alumnos, los libros de texto y los materiales didácticos son ejemplos de estos agentes.
El currículum oculto hace alusión a todo aquello que no podemos ver de manera directa o tangible, pero se hace presente y determina muchas de las cosas que suceden dentro del tiempo y el espacio educativo. Los intereses detrás de los documentos que plasman el currículum textual, de situaciones observables y la razón de fondo de cada una de ellas, al igual que las concepciones que se tienen sobre la persona, sobre la ciencia o sobre el aprendizaje, son elementos que forman parte del currículum oculto. Un ejemplo de esto puede ser el acomodo de los mesa-bancos dentro de las aulas y lo que ello nos dice acerca de la relación de maestro, de alumno y del aprendizaje.
Aunado a ello, Sacristán afirma que, detrás de los elementos ya mencionados, existen factores que inevitablemente determinan el currículum escolar de nuestras instituciones educativas: la política, el poder y el control.
Es decir que el currículum no es solamente texto, metas planteadas en lapsos de tiempo y contenidos académicos específicos; sino que detrás de él hay piezas clave que determinan al currículum real. Un currículum que se mide en contenidos pertinentes y significativos, con resultados visibles y objetivos, que tiene que ver con la práctica educativa, con la manera en que se vive la cultura escolar y responde a las necesidades de un contexto que pone en diálogo lo local con lo global.
Las decisiones sobre el contenido que integramos y sobre lo que decidimos dejar fuera, el para qué y los cómos, tienen mucho que decir sobre nuestras concepciones de la persona y de la educación. Un país en el que cada sexenio hay una nueva propuesta curricular distinta que no permite la continuidad de la anterior, es también un país que no ha llegado a un acuerdo sensato sobre el ideal de persona o ciudadano que busca formar, incluyendo los aprendizajes que serían más importantes, al igual que los para qués y los cómos de la experiencia educativa.
Necesitamos diseños curriculares apegados a nuestra realidad. Hacernos preguntas sobre lo que estamos haciendo en educación y sobre lo que queremos hacer, es la única manera de atender las verdaderas necesidades educativas de nuestro contexto; necesidades que van más allá de contenidos y planeaciones, que llevan consigo un trasfondo de las personas, de los ciudadanos, de los profesionistas que queremos para construir un país distinto, de las acciones a llevar a cabo para transformarlo, de los valores e ideologías que queremos que rijan nuestras relaciones y de las dinámicas de la comunidad escolar y social.
El currículum, más que un plan de estudios en el que se muestran contenidos a enseñar y a aprender en tiempos o etapas específicas, es también herramienta de regulación de la práctica pedagógica en las escuelas. De igual modo es guía del proceso y las situaciones de enseñanza-aprendizaje en la teoría y en la práctica. El currículum, más que apuesta política, debería ser mapa, hoja de ruta y faro orientador del caminar de los países.