Potencia el interés y el aprendizaje de tus estudiantes por medio de la mentalidad de crecimiento

Las y los profesores de educación superior tienen un gran reto en su práctica: la diversidad de habilidades, conocimientos e intereses que tienen sus estudiantes. Especialmente cuando las asignaturas las toman estudiantes de distintas áreas. Entonces ¿Cómo interesar a mis estudiantes en un tema que tal vez no es su “fuerte”? ¿Cómo transmitirles que pueden aprender y desarrollar habilidades nuevas? 

Aquí te tenemos algo que te puede ayudar:  mentalidad de crecimiento. 

Si no lo has escuchado aún, la mentalidad de crecimiento es un término que introdujo Carol Dweck, una profesora de psicología de la Universidad de Stanford en su libro Mindset: La actitud del éxito. 

En el libro habla sobre la mentalidad de crecimiento y la mentalidad inamovible. Las personas que tienen una mentalidad de crecimiento - o growth mindset - creen que las habilidades y talentos pueden ser desarrollados con la práctica. Por otro lado, existe la contraparte de la  mentalidad de crecimiento: una mentalidad inamovible - o fixed mindset.  Las personas con esta mentalidad creen que todos nacen con habilidades y talentos dados. 

¿Cuáles son otras características de estos tipos de mentalidad? 
Mentalidad de crecimiento 

  • Su objetivo es aprender 

  • No huyen de los desafíos

  • Persisten aún cuando hay obstáculos 

  • Ven el esfuerzo y trabajo como el camino al aprendizaje

  • Aprenden de la retroalimentación de otros 

  • Se inspiran por el éxito de los demás 

Mentalidad inamovible 

  • Su objetivos es  parecer inteligentes 

  • Evitan los desafíos 

  • Se rinden fácilmente 

  • No le ven el punto a esforzarse 

  • Ignoran la retroalimentación 

  • Se sienten amenazados por el éxito de otros. Their goal is to look smart.

El promover una mentalidad de crecimiento puede ayudar a que tus estudiantes se motiven a aprender cosas nuevas, a enfrentar nuevos retos y ser más resilientes. Por otro lado, en un sistema educativo donde parece que nuestras habilidades ya están dadas, las y los estudiantes pueden temerle a nuevas oportunidades  y querer demostrar a toda costa que son buenos en ciertas cosas - con trampas y adversidad al riesgo - y fomentar un ambiente de competencia. 

Así que ¿Cómo fomentar una mentalidad de crecimiento en nuestros estudiantes? . Aquí te dejamos algunas sugerencias que puedes aplicar en tu práctica docente diaria. 

  1. Evita solo reconocer la inteligencia y el esfuerzo por sí mismo, mejor intenta felicitarlos por su habilidad de planeación y por tratar cosas nuevas. Es fácil decir “¡Buena respuesta! ¡Eres el mejor para este tema!” o “Intentaste lo mejor que pudiste, eso es todo lo que puedes hacer”, pero aquí te invitamos a cambiar  estas frases por algo como “No te preocupes si este ejercicio no te salió ahora, mejor intenta una nueva manera de resolverlo” o “¡Te fue muy bien en este exámen! La forma en la que te organizaste para estudiar funcionó muy bien”, 

  2. Usa estrategias de enseñanza diversas - no todos aprendemos igual por lo que mostrarle a tus estudiantes diversas maneras de enseñar y aprender les ayudará a tener un repertorio de herramientas para su aprendizaje que les ayuden en distintas ocasiones. Algunas de las acomodaciones que puedes hacer es mostrar contenido en distintos formatos (videos, lecturas, aullidos), variar la forma de trabajo (individual, en parejas, en equipo) o distintos formatos de evaluación (ensayos, exámenes, proyectos). 

  3. Se explicito sobre el valor que tienen los retos, en específico sobre las conexiones neuronales que se hacen cuando salimos de nuestra zona de confort que se ve reflejado en nuestra inteligencia a mediano y largo plazo.  Así que, hazles saber que  los retos son el camino, no obstáculos para el aprendizaje. 

  4. Invita a tus estudiantes a que elaboren y profundicen sus respuestas para que tú sepas lo que entienden y lo que no. Al hacer este ejercicio, tus estudiantes tendrán un aprendizaje más profundo y verán los resultados de esfuerzo y pensamiento crítico.

  5. Si estás enseñando contenido teórico y/o abstracto no olvides ser explícito sobre por qué es importante, cómo lo puede usar fuera de clase y/o cómo les va a ayudar en un futuro. Así, puedes generar mayor interés en lo abstracto que puede ser útil para un futuro o en otros contextos. 

  6. Invita a tus estudiantes a ponerse objetivos de aprendizaje y a hacer planes para lograrlos. Sin importar el objetivo que sea siempre debe de tener las siguientes características: debe de ser específico, medible, alcanzable, realista y con un tiempo límite para realizarlo. 

  7. Usa “aún” más a menudo. La palabra “aún” puede ayudar a transformar pensamientos negativos a positivos, en especial cuando se trata de no saber o hacer algo. Con esta simple palabra, demostrarás que el dominar un tema o habilidad siempre es posible mientras haya persistencia. 

Te invitamos a implementar estos pequeños cambios en tu práctica y que observes lo que generan en ti  y tus estudiantes.
Aquí te dejamos algunas sugerencias que puedes aplicar en tu práctica docente diaria. 


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