EdTech: actor clave para alcanzar Objetivos de Desarrollo Sostenible ODS-4
“El objetivo de la educación superior debe no sólo ser enseñar el conocimiento de los libros de texto, sino también "proporcionar a los futuros graduados las competencias necesarias para iniciar el cambio hacia una sociedad más sostenible"” (Leal Filho et al., 2020, p. 201).
La educación del mundo se vió interrumpida por COVID-19, la mayor suspensión de los sistemas educativos de la historia. En la sesión de septiembre la Cumbre para la Transformación de la Educación de las Naciones Unidas abordó temas apremiantes en respuesta a la presente crisis mundial, donde el slogan fue “educación de equidad e inclusión, calidad y pertinencia”. La cumbre destacó la necesidad de contar con sistemas educativos que se adapten a las habilidades cambiantes que se necesitan en los profesionistas. Uno de los puntos claves es que los recursos y actores deben evolucionar para reflejar estas transformaciones en la enseñanza y el aprendizaje. Es necesario desarrollar alternativas para todos, pero sobre todo para aquellos que se quedaron atrás o fuera del sistema educativo convencional, para que puedan desarrollar habilidades para la vida (que abarcan habilidades blandas, pensamiento crítico, y aquellas conocidas como habilidades del siglo XXI) y puedan buscar oportunidades de mejora y actualización para el aprendizaje permanente. En el contexto de una crisis climática global, una rápida transformación tecnológica, profundos cambios en el mundo del trabajo, menores niveles de confianza en las instituciones públicas, la erosión de los valores democráticos y el aumento de la desinformación, la intolerancia y el discurso de odio, los sistemas de aprendizaje actuales deben estar a la altura para enfrentar a estos retos en todos los niveles educativos.
En otras palabras, el ecosistema educativo, con todos sus actores públicos y privados, tienen que demostrar su resiliencia, flexibilidad y dinamismo para responder a estas emergencias. Las habilidades de los docentes, líderes educativos y estudiantes están en constante prueba al enfrentar los retos y aprovechar las oportunidades del proceso educativo, por ejemplo: durante la pandemia con la rápida adopción a escenarios digitales con educación a distancia y comunidades de aprendizaje en línea. En este artículo, reflexionaremos sobre cómo el ecosistema de educación superior y la tecnología en la educación son claves para enfrentar los retos actuales y con ello repensar los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas para 2030. Los ODS tienen como propósito transversal garantizar una educación de calidad inclusiva y equitativa y oportunidades de aprendizaje permanente para todos. Un enfoque en la educación se trata de un aprendizaje basado en proyectos, que abarca la creatividad, las habilidades del siglo XXI.
¿Alcanzaremos el Objetivo 4: Educación de calidad?
“Garantizar una educación de calidad inclusiva, equitativa y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos” es el Objetivo 4 adoptado en 2015 como un aspecto integral de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. El progreso en el Objetivo 4 está guiado por diez metas específicas que se enfocan en una amplia variedad de temas educativos, que incluyen equidad y acceso, desarrollo de habilidades, alfabetización y aritmética universales, infraestructura e instalaciones óptimas, desarrollo profesional docente, y financiamiento de programas. A pesar de los avances logrados en las últimas décadas, la comunidad internacional se está quedando atrás en sus compromisos. No sólo eso, el mundo está experimentando una crisis educativa global cada vez más profunda, exacerbada por la pandemia de COVID-19, que ha dejado a cientos de millones privados del derecho a una educación de calidad.
Como se mencionó en la cumbre, existe una necesidad urgente de recuperar las pérdidas de aprendizaje, reavivar el compromiso político y financiero internacional para acelerar el progreso hacia la realización del ODS 4. Pero existe una necesidad igualmente urgente de reflexión colectiva sobre cómo el ecosistema educativo puede evolucionar para acompañar y apoyar la transformación de las sociedades para 2030.
Actores clave en el Ecosistema educativo en el marco de la Agenda 2030
Tras revisar materiales y documentos de investigación sobre los ODS, específicamente aquellos relacionados a la Educación, notamos que se menciona el papel de actores clave como estudiantes, profesores, escuelas, gobiernos y organismos no gubernamentales, y empresas del sector privado. Por otra parte, es importante resaltar que la tecnología aparece en seis de las diez metas del cuarto objetivo de Desarrollo Sostenible sobre educación. Estas referencias reconocen que la tecnología afecta la educación a través de cinco canales distintos, como lo son insumo, entrega de contenido, habilidades, herramienta para la planificación y espacios para el contexto social y cultural. El interés por destacar la relación entre educación y tecnología está cada vez más presente, pero aún existen contadas referencias del papel de las EdTech en los avances de los ODS. Sin embargo, aparecen ejercicios de investigación cómo el “Informe de seguimiento de la educación en el mundo 2023 sobre tecnología y educación” que examinará los desafíos educativos y el uso de la tecnología como solución al acceso, equidad e inclusión, calidad, avance tecnológico y gestión de sistemas. Es claro que al tiempo que se comienza a reconocer dichas soluciones, el ecosistema continúa avanzando a pasos acelerados. De acuerdo al reporte de HolonIq “Education in 2030”, se espera que el mercado educativo global para 2030 alcance al menos $10 billones, ya que el crecimiento de la población en los mercados en desarrollo impulsa una expansión masiva y la tecnología impulsa una actualización de habilidades sin precedentes en las economías en desarrollo, donde Asia y África parecen ser el motor de la expansión.
La próxima década veremos 350 millones de graduados post-secundarios y casi 800 millones más de graduados de K-12 que en la actualidad. A su vez, UNESCO reporta que se necesitarán 69 millones de docentes para lograr cubrir la educación básica universal para 2030, y HolonIQ estima que necesitaremos contar con 1.5 millones de docentes por año en promedio para llegar a un total de 100 millones de docentes a nivel mundial. Dichos docentes no deben de contabilizarse solamente en número sino en sus habilidades y cualidades de enseñanza.
Aunado a estas métricas, las Instituciones de Educación Superior (IES) enfrentan nuevos desafíos en sus esfuerzos por ser vanguardistas. Los esfuerzos progresivos y oportunos de todos los tomadores de decisión en la educación superior pueden ayudar a interiorizar los objetivos de desarrollo y promover el bienestar de los graduados, preparándonos para el futuro con un sentido profundo de los desafíos contemporáneos. Por ello, las IES deben asumir un papel más activo para abordar los problemas más apremiantes del mundo. La UNESCO comparte algunas recomendaciones en el informe “Acciones impulsadas por el conocimiento: Transformando la educación superior para la sostenibilidad global” ; se explica por qué las IES deben reorientar su misión, visión y valores a lo largo de tres temas interrelacionados para contribuir a la Agenda 2030: 1) la necesidad de avanzar hacia modelos interdisciplinarios y transdisciplinarios de producción y circulación del conocimiento; 2) El imperativo de convertirse en instituciones abiertas, propiciando el diálogo epistémico e integrando diversas formas de saber; y 3) la demanda de una presencia más fuerte en la sociedad a través del compromiso proactivo y la asociación con otros actores sociales.
Preparar a los estudiantes para el nuevo mundo post-COVID-19 incluye el poder fomentar sus habilidades y capacidades cognitivas para el aprendizaje activo, la curiosidad y la tolerancia a la frustración y el estrés , además de poder sintetizar un amplio conocimiento y co-crear soluciones de sostenibilidad. El informe de la UNESCO previamente mencionado, detalla desafíos en la enseñanza y las estructuras de las plantillas docentes por las cuales se debe de trabajar para avanzar en la transformación necesaria. Uno de estos explica que la mayoría de las IES en el mundo no cuentan con métodos de desarrollo profesional docente adecuado para presentar y capacitar a los miembros de las facultades con métodos pedagógicos y herramientas de enseñanza innovadoras. Se necesita más capacitación y nuevos métodos de participación de los estudiantes para embarcarse y apreciar la enseñanza colaborativa con expertos de otras disciplinas para brindar educación y aprendizaje relacionados con los ODS. Esto se ve acentuado por la falta, o la escasez, de recursos, contenido, tiempo y oportunidades de desarrollo profesional docente para enseñar y mantenerse al día con los conocimientos y habilidades relacionados con la sustentabilidad. Parte de la solución es la prioridad que los líderes de las IES le den a la profesionalización de sus docentes.
Transformación en educación de calidad
Es cierto que para poder saber si estamos logrando acercarnos a las metas establecidas, es necesario poder contar con una evaluación de las mismas, como se sabe “...lo que no se define no se puede medir, pero lo que no se mide, no se puede mejorar.” Por lo tanto, es de vital importancia el fijar metas en materia de impacto social y financiarlas adecuadamente. Esto ha supuesto un reto para el sector educativo. Sin embargo, en el caso de las EdTech, al ser empresas privadas con beneficios económicos pero con impacto social, estas cumplen con rendición de cuentas, en la mayoría de los casos, a sus accionistas, clientes y empleados mediante evaluación de indicadores de impacto. No es de sorprender que la evaluación en el sector educativo representa un tema complejo, así como lo es de retador para los expertos la evaluación de programas sociales. Sin embargo, existen esfuerzos que premian los esfuerzos de dichas empresas, como lo fue recientemente el Centro Internacional de Investigación en Inteligencia Artificial (IRCAI por su sigla en inglés) . El IRCAI es patrocinado por la UNESCO y seleccionó a 100 iniciativas a nivel mundial, mediante el uso de soluciones tecnológicas basadas en Inteligencia Artificial, que están demostrando métricas de éxito para resolver problemáticas en el mundo enmarcadas en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. De las seleccionadas, 29% se enfocaron en ODS-4, incluyendo a la EdTech latinoamericana u-Planner por su impacto social en educación y sustentabilidad.
En Camino21, estamos conscientes de nuestro papel en el sector latinoaméricano para alcanzar los ODS-4 y, sumado a nuestros KPI’s e indicadores de éxito, realizamos un acompañamiento de monitoreo y evaluación (M&E) a todos nuestros programas. Los objetivos de dicha estrategía de M&E son: 1) medir el impacto del programa en el desarrollo de competencias pedagógicas innovadoras en los profesores participantes, y 2) identificar áreas de fortalezas y mejora de nuestros programas. Para cumplir con estas metas de evaluación formativa y sumativa, cada programa integra el uso de una serie de instrumentos de monitoreo y evaluación. Además, nuestros programas también pueden incluir el uso de encuestas y grupos de enfoque con estudiantes, alumni y actores líderes institucionales, para formar un diagnóstico que informa la contextualización y el diseño de cada programa impartido.
Cómo vemos en la gráfica anterior, Camino21 tiene impacto en los docentes y los cambios en sus modelos de enseñanza después de tomar el “Laboratorio de , a su vez tienen resultados en sus estudiantes al brindar educación y aprendizaje que se relacionan con las metas de ODS. Estos son resultados alentadores y el inicio de una inversión mayor de tiempo, recursos e inversiones, sumadas a un cambio cultural en la mentalidad del ecosistema educativo, de los diversos actores IES, EdTech, docentes y academia para lograr cambios duraderos.
Se reconoce que es poco probable que se alcance el ODS 4 para 2030, según los reportes de los propios países tras los efectos devastadores del COVID-19. Sin embargo, el hecho de poder repensar las estrategías, incluyendo a actores esenciales como las EdTech, así como el proceso de establecimiento de parámetros más específicos, servirá para movilizar la acción en favor de la agenda. Deberemos seguir trabajando en el proceso y medición de avances a lo largo de los próximos años para efectuar una comprobación de la realidad y ayudar a reconocer los obstáculos comunes, así como las maneras de superarlos conjuntamente.