¿Por qué crear una comunidad de aprendizaje entre profesores?
Como profesora universitaria de distintas instituciones educativas, he asistido a numerosos tipos y formatos de pláticas para docentes, desarrollo profesional, juntas de claustro... Pero las reuniones que más disfruto son aquellas en las que tengo la oportunidad de hablar con otros colegas docentes y trabajar con ellos para reflexionar sobre nuestros estudiantes, sobre la disciplina que enseñamos y nuestro campo profesional, y sobre formas en las que podemos mejorar nuestra práctica. En resumen, me encanta formar parte de una comunidad de aprendizaje.
Una comunidad de aprendizaje se forma cuando un grupo de personas está interesado en estudiar y reflexionar sobre un tema, apoyándose los unos a los otros en el proceso y enriqueciendo sus puntos de vista. En una comunidad de aprendizaje se comparten mejores prácticas y recursos, se solucionan problemas y retos en conjunto, se discuten ideas y preguntas que ayudan a promover la comprensión, todo gracias al ambiente de confianza que existe, la valoración de las aportaciones, el interés común y el compromiso entre sus miembros, quienes se juntan de forma regular.
¿Has experimentado esto en algún grupo en el que hayas participado? Las comunidades de aprendizaje se pueden dar dentro de una institución de educación formal, pero también se dan de manera informal y orgánica a lo largo de nuestra vida. El aprendizaje es un proceso social, por lo que no es de extrañarse que se dé de mejor manera entre un grupo de personas que tienen el deseo de explorar o comprender más profundamente un tema.
Formar comunidades de aprendizaje tiene más beneficios de los que nos podemos imaginar. El profesor John Hattie y su equipo de investigación sobre Aprendizaje Visible (2015) en la Universidad de Melbourne, en Australia, descubrieron que uno de los principales factores que impactan de manera positiva el aprendizaje de los estudiantes es el trabajo colegiado de los profesores; es decir, que se vean como colaboradores para desarrollar mejores experiencias de aprendizaje.
En Project Zero, un departamento de investigación sobre el aprendizaje en la Universidad de Harvard, también se han dado cuenta, a través de diversos proyectos como “Creando comunidades de indagación”, “Creating Communities of Innovation” o “Learning Innovations Laboratory”, que el sentido de comunidad es fundamental cuando se quiere diseñar una experiencia educativa profunda y significativa. Incluso, en muchos de los cursos que ofrecen a profesores, éstos deben registrarse en un grupo de al menos tres docentes dentro de su institución, ya que saben que el diálogo y apoyo que se tiene dentro de una comunidad de aprendizaje tiene un mayor impacto que una experiencia individual.
En Camino21, vemos todo el tiempo el gran poder educativo de las comunidades de aprendizaje en los cursos y experiencias que ofrecemos. Integramos en nuestras planeaciones numerosos momentos de trabajo en grupos pequeños y de reflexión para que los profesores realicen trabajo colegiado, lo cual suele ser una experiencia no tan frecuente en las instituciones. En los comentarios de retroalimentación constantemente nos expresan que disfrutaron el tiempo que pasaron aprendiendo con sus colegas y que les gustaría tener la oportunidad de hacerlo más seguido.
Tener espacios para compartir, dialogar y reflexionar con otros profesores nos ayuda, entre otras cosas, a:
Discutir sobre temas relevantes para la disciplina, nuevas ideas, propuestas y retos sobre los temas que enseñamos.
Organizarnos con los demás profesores para alinear algunas visiones, complementarnos en lugar de repetirnos y no contradecirnos antes los estudiantes.
Analizar el trabajo de los alumnos, para apoyarlos en su proceso de aprendizaje.
Compartir recursos y mejores prácticas de enseñanza.
Ahora bien, ¿cómo puedes crear una comunidad de aprendizaje entre tus profesores? A continuación te damos unas ideas sobre cómo comenzar:
Busca oportunidades de desarrollo profesional para tus profesores en las que tengan la oportunidad de trabajar juntos y dialogar. Organiza reuniones menos expositivas y más colaborativas.
Agenda reuniones regulares. Una comunidad sólo se forma cuando hay numerosas oportunidades de interactuar. Es posible que no siempre se puedan reunir todos, pero si los profesores comienzan a ver la utilidad de estos espacios, es más factible que se organicen para poder asistir al mayor número que puedan.
Aprovecha la virtualidad. Seguramente te diste cuenta durante la pandemia que a las juntas virtuales asistían más profesores que cuando se hacían de forma presencial. Aunque sin duda es motivador ver a todos en vivo, lo cierto es que los profesores de asignatura tienen muchos otros compromisos laborales que restringen sus tiempos y la posibilidad de desplazarse en una ciudad. Al dar la opción de sumarse de forma virtual, más profesores pueden participar cuando no les sea posible asistir físicamente.
Documenten el trabajo que realicen en las reuniones para después compartirlo con todos los profesores, inclusive con los que no hayan podido asistir. Se pueden usar numerosas plataformas digitales como organizadores de notas: desde Google Drive o OneNote, hasta tableros como Padlet o Miro.
No te limites a tu departamento o facultad. Tener reuniones de trabajo colegiado con profesores de otras disciplinas y escuelas puede dar una visión mucho más amplia y enriquecer la comunidad de aprendizaje.
Experimenta. Crear una comunidad de aprendizaje toma tiempo y trabajo. Obtén mucha retroalimentación de parte de tus profesores para ir ajustando y guiando mejores sesiones que sean de apoyo para ellos.
Cuando un profesor forma parte de una verdadera comunidad de aprendizaje con sus colegas, tiene la oportunidad de construir nuevos conocimientos y reflexionar sobre su práctica para enriquecerla en beneficio de sus estudiantes, generando un mayor compromiso y entusiasmo por su labor. Al generar una comunidad de aprendizaje entre tus profesores estás también modelando una buena práctica que ellos pueden replicar con sus estudiantes, mejorando así la calidad del proceso educativo.
Nota: Las juntas de claustro hacen referencia a sesiones donde se reúnen todos los profesores que pertenecen a una escuela, una facultad o incluso, una institución educativa.