¿Cómo enseñar habilidades socioemocionales en educación superior?
Soy profesor de matemáticas, contaduría, biología, ingeniería. Estoy con mis estudiantes cómo máximo 6 horas a la semana ¿Cómo podría yo enseñarles algo sobre habilidades socioemocionales?
Si alguna vez te has hecho esta pregunta o si todavía dudas sobre qué es la educación socio emocional y por qué aplicarla, quédate en este blog para encontrar una guía de primeros pasos para incorporar la educación socioemocional en tu salón de clases.
¿Qué es la educación socioemocional y por qué es importante fomentarla en educación superior?
La educación socioemocional es el proceso en el cual se aplican conocimientos, habilidades y actitudes para desarrollar identidades saludables, manejar emociones y lograr metas personales y colectivas, sentir y mostrar empatía por los demás, establecer y mantener relaciones de apoyo y tomar decisiones responsables y solidarias. Existen 5 competencias básicas en la educación socioemocional: el autoconocimiento, la autorregulación, las habilidades para relacionarse, la conciencia social y la toma de decisiones responsables. Esto quiere decir, que la educación socioemocional ayuda a las personas a estar en contacto consigo mismas y sus emociones, y a mejorar las relaciones con las personas a su alrededor.
Actualmente los estudiantes de educación superior viven en un contexto en el cual están constantemente conectados a aparatos electrónicos. Esto quiere decir que el tiempo y la calidad del sueño empeoran, viven en un ciclo de noticias 24/7 y un mundo de constante comparación con otros en redes sociales, al igual que otras cosas que afectan su bienestar. Además, nuestros estudiantes acaban de pasar por dos años de completa incertidumbre, en los cuales sus relaciones han sido más virtuales que nunca y mucho del regreso a la universidad es un constante cambio y ajuste. Por esta, y otras razones, nuestros estudiantes necesitan más que nunca conectar consigo mismos y otros, y la educación socioemocional puede ser un excelente primer paso para lograrlo. Nos enfrentamos a una momento crítico en el cual podemos seguir haciendo todo como antes o aprovechar estos cambios y buscar una mejor manera de enseñar y conectar con nuestros estudiantes.
Si tú personalmente no ves el valor en enseñar o promover las habilidades socioemocionales ¡piénsalo dos veces! Porque además de estar promoviendo el bienestar, también existe evidencia que apunta a que mejora el rendimiento académico, la participación, la relación entre pares y con profesores. También estarás preparando a tus estudiantes a triunfar en un ambiente laboral ¡Imaginatelos aplicando el contenido de tu materia de una manera consciente, responsable y efectiva!
¿Cómo promover las habilidades socioemocionales en el aula?
Ahora tal vez piensas``Okay, veo que es importante pero, ¿cómo lo hago?´´ Entendemos que el tiempo de clase es limitado y que ya planearla toma de mucho tiempo. Por eso queremos darte algunos pequeños tips para comenzar a fomentar las habilidades socioemocionales en tu clase de manera rápida, práctica y efectiva.
1. Dar tiempo para el descanso
¿Cuántas veces no te sientes abrumado por tanto trabajo que ya ni siquiera piensas claramente? ¿Has intentado tomarte unos minutos para respirar, salir a caminar o mover el cuerpo? Si lo has hecho, ¿cómo te sientes después de hacerlo?
Lo mismo pasa en clase con tus estudiantes. En la universidad llegamos a tener clases de hasta tres horas seguidas. Esto puede ser muy pesado para tí y para ellos. Por lo que te invitamos a tomar unos minutos para un descanso mental. Esto puede verse de distintas maneras y tú puedes decidir el tiempo que le quieras dedicar. Algunas recomendaciones son:
Respiraciones - esto puede ser tan simple como pedir inhalar y exhalar tres veces o hacer algún tipo de respiración como la 5-5-5. Para lograrlo, toma 5 segundos para inhalar, 5 segundos para mantener el aire y 5 segundos para exhalar.
Escaneos corporales - este es un ejercicio de mindfulness en el cual fijas tu atención en cada parte de tu cuerpo. Este ejercicio puede ser muy simple enfocándose en partes del cuerpo como piernas, manos, brazos, estómago o, si tienen más tiempo, puedes ir por partes más específicas como cada dedo del pie. Cualquier formato es valioso y cumple su propósito.
Estiramiento y movimiento del cuerpo - invita a tus estudiantes a que se levanten, se estiren y se muevan cómo ellos se sientan mejor.
Estas actividades, que pueden tomar desde 1 minuto, ayudarán a tus estudiantes a tener una mejor regulación y conocimiento de su cuerpo y sus emociones. Cuando ellos se sientan cansados, estresados o con muchas emociones, sabrán que pueden tomar unas respiraciones y sentirse mejor. Además, pueden reducir el estrés, la ansiedad, la frustración y ayuda a retomar la concentración.
2. Dar tiempo para la autorreflexión de sentimientos y habilidades
La universidad es un momento de cambio para cualquier estudiante: puede que hayan salido de su casa, de su círculo social cercano, que tengan nuevas responsabilidades laborales o financieras, entre otros. Además, probablemente están aprendiendo muchas habilidades nuevas, descubriendo aspectos de su personalidad, al igual que formas de estudiar y de trabajar. Por eso es esencial que estén en contacto con sus sentimientos y que conozcan las habilidades y recursos que les pueden ayudar en situaciones específicas. Estos ejercicios les podrías ayudar:
Check-ins emocionales - Este es un momento en el que invitas a tus estudiantes a preguntarse “¿Cómo me siento?” Esto lo puedes hacer con un Moodmeter o con la Rueda de las emociones, con la simple pregunta de ``¿cómo te sientes hoy?́ ́ o ``¿cómo te has sentido la última semana?´´. Puedes aplicar esta actividad en cualquier momento del año o cuando sientas que hay mayor estrés como en época de exámenes o proyectos. Si ves que hay muchas respuestas de estrés o tristeza, puedes recordarles los servicios que tu institución ofrece para las y los estudiantes. Además, es importante que las respuestas sean anónimas ante otros compañeros.
Reflexión sobre fortalezas y debilidades - esta reflexión la pueden hacer ya sea cuando les des trabajos en equipo o individuales. Nuestros estudiantes están creciendo y conociéndose, por lo que es importante darles un momento de reflexionar con lo que pueden aportar a su trabajo y en lo que tienen que mejorar. Cuando lo implementes en trabajos en equipo, puedes invitarlos a que entre ellos se motiven a mejorar eso que mencionaron. ¡Que tomen riesgos!
Metas “SMART”- Esta es otra actividad que puedes hacer con tus estudiantes para trabajos individuales o en equipo. Consiste en que tus estudiantes se propongan metas que sean, Specific (Específico), Measurable (Medible), Attainable (Alcanzable), Realistic (Realista) y Timely (Tiempo Específico). El que las y los estudiantes tengan metas para sus trabajos también les ayudará a medir sus tiempos y esfuerzos para llegar a una meta que sea alcanzable.
Estas actividades les ayudarán a tus estudiantes a conocerse mejor, a reconocer sus sentimientos y a realizar trabajos de mejor calidad ajustándose a sus habilidades y debilidades. Además, son actividades que puedes realizar al inicio de la clase o de algún trabajo o, en el caso de las últimas dos, dejar esta reflexión de tarea para que lo puedan hacer a su tiempo.
3. Dar tiempo para crear relaciones y habilidades sociales
Otra parte esencial de la educación socioemocional son las habilidades sociales que les ayudarán a fomentar su liderazgo y el apoyo social. Tú salón de clases es el lugar esencial para promover estas habilidades. Además, parte esencial de la universidad es conocer a más gente, generar conexiones y amistades. Con pequeñas interacciones puedes:
Hacer actividades para romper el hielo - Estas actividades pueden tomar 5 ó 7 minutos al principio de tu clase. Son momentos en los que fomentamos que nuestros estudiantes se conozcan más allá de un ambiente académico.
Co-creación de reglas del salón - En tu primera clase, invita a tus estudiantes a hacer las reglas del salón contigo. Cuando involucras a tus estudiantes en ese proceso, muestran mayor entendimiento y respeto por estas reglas. Además, se sienten escuchados, respetados y es un primer paso para que los estudiantes se sientan en un ambiente en el que pueden crecer y tener éxito. Por último, es un momento para practicar el llegar a consensos, respetar las opiniones de otros, negociar, y encontrar un punto medio.
Círculos de discusión - En esta actividad pides a tus estudiantes que se sienten en un círculo e invitas a todos a hablar. Es importante recordarles que este será un espacio para saber lo que piensan y que cualquier comentario es valioso e importante. El objetivo de este círculo es saber qué entienden y qué no de un tema. Empieza pidiéndoles que cierren sus ojos todo y que muestren con su mano qué tanto entienden el tema (5 dedos siendo que lo entienden muy bien). Entonces, tú puedes ver quién está entendiendo y quién no. Después, invita a que alguien que tenía más dedos arriba, explique lo que ha comprendido hasta ahora. También, puedes pedirle a alguno o alguna de los estudiantes que no tenía todos los dedos arriba, hable sobre lo que se le ha hecho más difícil de entender. Por último pregunta “¿qué se podría hacer para que entendieran mejor?”.
Esta actividad fomentará relaciones más fuertes entre los estudiantes y confianza con el profesor. Sí en primera instancia no te sientes cómodo de realizarlo en un círculo, puedes empezar a fomentarlo en una encuesta anónima con estas preguntas.
Estas actividades ayudarán a crear relaciones más fuertes entre tus estudiantes y hacer un ambiente de respeto en el salón de clases. Además, son algunas habilidades que les ayudarán en sus trabajos futuros para saber negociar, mostrar sus opiniones, escuchar –y respetar– las de otros y llegar a puntos en común.
Espero que al terminar de leer esta entrada de nuestro Blog, te sientas con una mayor confianza para realizar actividades que fomenten las habilidades socioemocionales en tus estudiantes. No tienes que realizar todas en un principio. Te invitamos a que escojas una primera actividad que creas que funcione con tus estudiantes y tu estilo de dar la clase y la pongas en marcha. Después, puedes ir acomodando nuevas actividades que se sientan cómodas para tí y tus estudiantes.